Esta cifra representa 12 decesos más con respecto al último balance oficial, divulgado el 3 de junio pasado por Sánchez Cárdenas, quien cifró hoy en 340 el total de afectados por la ingesta de clerén, que estaba adulterado con metanol.
En una rueda de prensa virtual para hablar sobre la evolución del coronavirus en el país, el funcionario dijo que la tasa de letalidad por esta situación es de 63.2 %, muy superior a la del COVID-19 en el país, que actualmente se sitúa en 2.41 %.
“Esperamos no tener que continuar observando este increíble fenómeno que tiene una tasa muy superior a la del coronavirus”, subrayó el funcionario.
La edad de los afectados oscila entre los 40 y 49 años, agregó.
Las primeras muertes por la ingesta de clerén se dieron a conocer a principios de abril y, según conclusiones del Ministerio de Salud, en algunos casos la bebida fue ingerida por la creencia de que protege del COVID-19.
El clerén es un destilado de caña de bajo precio cuyo consumo está muy extendido en Haití, en la frontera dominico-haitiana, así como en zonas pobres en la capital dominicana.
El clerén no es letal en sí y no suele causar intoxicaciones graves, pero el que ha ocasionado las muertes estaba contaminado con metanol, un alcohol muy tóxico.
La contaminación por metanol puede ocurrir en el proceso de elaboración, como resultado del destilado de maderas, o si se mezclan disolventes en la bebida para abaratar el producto final, que en la República Dominicana también se conoce como tapa floja, tafia o triculí.
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